
¡Hola! Lo primero de todo disculparme. Hoy os presento una receta no muy relacionada con el lema del blog “a fuego rápido”, mas bien hoy se debería de llamar “Afuegolento”. El plato de hoy va a suponer una inversión de tiempo de ni más ni menos ¡3-4 horas!
Pero como todo sacrificio todo tiene una recompensa, si te animas a prepararla te prometo la receta más jugosa, sabrosa y tierna que JAMAS hayas probado.
¿Alguien ha dicho Córdoba?
Como no podía ser menos, hoy hacemos memoria a uno de mis platos preferidos de la gastronomía española con más de 2 siglos de antigüedad. Todo un placer para los amantes de la carne y los buenísimos guisos tradicionales. 🙂
Como habréis podido comprobar con el título, es un plato en el que sus ingredientes estrellas son el rabo de toro y el vino tinto. Sin dejar de lado al maravilloso fondo que conseguiremos con las verduras que usemos.
Como todo plato milenario, hay una historia que contar sobre su aparición. El rabo de toro es una elaboración que ya tenia popularidad en las cocinas de la Antigua Roma. Según la fuente histórica Bodegas Mezquita, este guiso era muy preparado por las clases sociales más bajas, las personas más humildes en la ciudad de Córdoba esperaban con deseo y paciencia a que en las plazas de toro mataran a los toros bravos. En ese momento los toreros regalaban las orejas, el rabo, las vísceras y demás partes del animal a las personas más humildes. Mientras que los más apoderados, tales como empresarios, terratenientes, etc. Se quedaban en las zonas nobles de la plaza.
INGREDIENTES PARA 4 PERSONAS:
1,5kg de Rabo de Toro.
3 Zanahorias.
1 Cebolla Grande.
1 Puerro.
2 dientes de Ajo.
1 Pimiento Verde.
750ml Vino Tinto.
1/2 litro de Agua.
Aceite de Oliva
2 Hojas de Laurel.
Sal.
Pimienta
Harina.
Elaboración:
1. Comenzaremos salpimentando los trozos de rabo de toro, enharinaremos las piezas y doraremos en una cazuela. Con tres cucharadas de aceite de oliva.
2. Una vez doradas, las sacaremos y las dejaremos reposar en un plato. Sobre la misma cazuela, pocharemos todas las verduras cortadas, las zanahorias, las cebollas, el puerro, los ajos, el pimiento y las 2 hojas de laurel. Cuando consigamos que se ablande todo, sazonaremos.
3. Incorporaremos las piezas de rabo de toro anteriormente reservadas, los 750ml de vino tinto y el medio litro de agua. Dejamos hasta alcanzar el punto de hervor, iremos quitando la espuma que se vaya generando (conocida como las impurezas de la carne) y dejaremos cocinar durante aproximadamente 3-4 horas.
De este modo, conseguiremos que se cocine a fuego lento y la carne consiga esa jugosidad y textura deshilachada que buscamos.
4. Una vez pasado el tiempo, sacaremos con mucho cuidado la carne y reservaremos en una fuente. Pasaremos por un chino, la salsa conseguida durante la cocción para quitar los tropezones.
Consiguiendo una salsa brillante y espesa. De lo contrario, incorpora de nuevo la salsa ya ligada a la misma cazuela para reducirla y conseguir el espesor deseado.
5. Finalmente, cubriremos las piezas de rabo de toro melosas con esta maravillosa salsa.
Y tras esta eterna espera, a disfrutar ¡Ya lo tenemos preparado!
Recomendaciones:
Te aconsejo dejar reposar el rabo de toro en su salsa, unos minutos antes de comerlo. Te quedará más sabroso.
Como siempre, el cebollino a parte de decoración le da un toque diferente. Personalmente me encanta
¡Cuidado con dorar demasiado la carne!